Cómo probar Windows 8 en tu Mac sin comprometer nada





Ha salido el Windows 8 Consumer Preview, apenas una beta de la que será la gran apuesta de la empresa de las ventanitas para intentar levantar un poco la cabeza y hacerle frente a las topadoras Apple y Google que arrasan con todo a su paso.

Lo dicho. Puede ser una experiencia fuerte para muchos volver a probar Windows en la Mac (y revivir los largos seteos de las cuentas, las actualizaciones con definiciones de virus, y esa extraña manía de complicar hasta el más simple de los procesos) pero creo que esta vez vale la pena, para saciar cierta curiosidad. ¿Por qué? Para corroborar de primera mano si es cierto que, como dicen muchos críticos, éste es el mejor trabajo de los discípulos de Bill Gates desde Windows 95.

Según el incontinente señor Ballmer, W8 funcionará tan fluido en las tabletas como en las PC. Lo cierto es que este producto es la manera que encontró la casa de Redmond para intentar estirar un tanto más el “imperio Windows” y que, con algo de suerte, la gente olvide ese concepto de la “era Post PC” que instaló Steve Jobs antes de partir. ¿Puede funcionar el plan de Microsoft? Será materia de otro post, ahora a probar la octava W.


Descargar estos dos programas:

-Windows 8 Consumer Preview en formato ISO. Es gratis y su descarga en Safari permite pausas.

-VirtualBox. Este software de virtualización también está disponible para Windows y Linux y es de código abierto. Gratis. Ni bien se termina de descargar, hay que instalarlo, por supuesto.

Y nada más. Ahora a seguir estos pasos, totalmente sencillos, sin mayores trabas en la configuración.

Importante: nuestra Mac debe tener al menos 4GB de RAM para que este “truco” funcione (le destinaremos un mínimo de 2 a la máquina virtual).

Paso a paso



Ni bien ejecutamos VirtualBox será cuestión de crear una nueva máquina virtual, a través del botón superior izquierdo.



Luego de nombrar a nuestra máquina con algún título de referencia (se me ocurre ahora uno creativo: Windows 8; pero puede ser cualquier otro como señalamos en la gráfica), laseteamos como Windows que es, y entre las opciones del modelo, encontraremos la versión más reciente, la 8 (elegí la de 64 bit, ya que ése es el sistema operativo que descargué).



Cómo ven, mi MacBook cuenta con 6GB de memoria, por lo tanto le puedo asignar más de 2GB de RAM a la máquina virtual. No debería destinarse menos de 2.



¿El disco rígido virtual? 20 GB estará bien para probar los cuadrados y rectángulos de la intefaz Metro. Tipo: VDI; y Dynamic Allocation para que tarde mucho menos la creación de la máquina. La grabamos y luego oprimimos el botón “Create”.



Con gran parte de la tarea terminada, sólo resta darle doble click a la VM de Windows 8 que acabamos de configurar y seguir los pasos del asistente de inicialización de VirtualBox, que nos preguntará dónde está guardado el ISO con el instalador del reciente Windows Previo para el Consumidor.



El resto es predecible: rebooteará la VM, y comenzará a instalar Windows 8 como si nuestra Mac fuera una PC (ni Dios permita). En algún momento, nos pedirán un número de serie. Éste funcionará sin inconvenientes: DNJXJ-7XBW8-2378T-X22TX-BKG7J. ¿Tipo de instalación? “Custom: Install Windows only”, por supuesto, ya que la otra opción es para computadoras con Windows pre-existente. Luego, le señalamos el disco rígido virtual (el de 20 GB). Y a esperar.



Después de hacer muchas preguntas -otra debilidad del sistema operativo de las ventanas-, para crearnos una cuenta gratuita de Microsoft (la que podremos usar en el Store o para comunicarnos con la Xbox o Windows Phone), podremos ver la famosa interfaz Metro y disfrutar del sistema operativo que reinó (y reina) en la Era de los Clones. Se recomienda visualizarlo en pantalla completa.

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